Una semana y media falta para que el Levante inicie su andadura en Segunda División por tercera temporada consecutiva. Los de Julián Calero cuentan los días para hacer frente a lo verdaderamente importante. Una competición de la que el equipo granota busca escapar mediante un ascenso, dando su máximo rendimiento cada fin de semana y trabajando lo suficiente como para que la suerte, aquella que tantas veces le dio la espalda, le sonría de una vez por todas.
El técnico pide guerreros para ir a la batalla y a falta de once días para pisar el césped de El Molinón, cuenta con una nueva pieza en sus filas. No es un fichaje, pero sí un futbolista que entra en dinámica de trabajo grupal después de recuperarse de su lesión. Iván Romero está listo para aportar alternativas nuevas en el esquema de Julián Calero.
El ‘18’ está de regreso un mes antes de lo inicialmente estipulado, aunque Felipe Miñambres puso sobre la mesa la posibilidad de que se incorporase a los entrenamientos en los tiempos que finalmente se han dado. «Él estaba con molestias y las últimas semanas tenía muchos problemas. El último partido (Villarreal B) que juega acaba sintiéndose peor de lo que en un principio esperábamos. Al final decidimos que se operase, perdiéndose esto porque no estaba para ayudarnos. Si lo dejamos pasar podríamos irnos prácticamente hasta enero para recuperar a Iván. Al final decidimos que pasara por el quirófano y tenerlo en condiciones para el inicio de la temporada que viene. Cuatro meses es lo que me dicen los médicos, a lo mejor tres», aseguró el director deportivo levantinista en el mes de mayo, en la rueda de prensa previa al enfrentamiento contra el Eibar, un día después de que Iván Romero fuese sometido a una artroscopia para corregir una lesión que le causaba inestabilidad del hombro derecho en el hospital IMSKE.
Tres meses después, el delantero se sumerge en los planes de Julián Calero con la finalidad de aportar soluciones en la punta de lanza. En una delantera que aspira a tener tres hombres, según lo ensayado por el técnico madrileño en pretemporada, el nacido en La Solana tiene capacidad para actuar en los dos extremos y como referencia arriba, posición que desarrolló en las inferiores del Sevilla antes de desplegar las alas en Tenerife. En el Heliodoro Rodríguez López lo hizo mucho más por derecha que por izquierda, mientras que en Orriols, incluso, probó la mediapunta en el enfrentamiento en el Ciutat de València contra el Elche.
No obstante, Iván Romero afronta la temporada 24/25 con ganas de mostrar su mejor versión después de un año marcado por las lesiones. Su primera puesta en escena, tras cerrarse su incorporación, terminó con una lesión de ligamentos en su tobillo a los 29 minutos de debutar que le tuvo mes y medio inactivo. Ocho semanas después de su vuelta, un desgarro muscular le eliminó de los márgenes competitivos hasta finales de enero, antes de tomar la decisión de operarse para detener sus molestias en el hombro a principios del mes de mayo. Su regreso a los entrenamientos colectivos se traduce en luz al final del túnel. Iván Romero busca dar un salto bajo las órdenes de Julián Calero.