Jueves, 13 de junio 2024, 07:55
Hace ya algo más de un año que el Flipper Zero se encuentra entre nosotros. Su popularidad no explotó con su lanzamiento sino algo después, cuando las redes sociales empezaron a darle visibilidad a manos de varios creadores de contenido que parecían lograr proezas dignas del típico hacker de las películas.
Abrir un BMW, cambiar los letreros de una gasolinera o incluso polémicas en centros educativos han sido algunas de sus «fechorías» más sonadas pero… ¿Qué hay de verdad en todo ello?
QUÉ ES EL FLIPPER ZERO Y QUÉ PUEDE HACER
La idea de que cualquiera pueda convertirse en todo un hacker de cine con un simple dispositivo que cuesta menos de 200€ es muy atractiva para mucha gente… pero aquí, como ocurre a menudo, si algo parece demasiado bueno para ser verdad, probablemente no lo sea.
Y no estoy diciendo que el Flipper Zero sea un engañabobos ni una estafa, ¡ni mucho menos! Se trata de un dispositivo de gran valor capaz de acercar una tecnología hasta ahora muy nicho a un mercado más amplio, y también un buen recurso para valorar la seguridad de algunos sistemas.
Pero despídete de copiar tarjetas de crédito o de abrir coches ajenos a tu gusto: por suerte eso queda reservado para los métodos más profesionales e ilícitos de ese tipo de actividades. Si lo que quieres es trastear con los diferentes aparatos de tecnología inalámbrica de tu entorno, sin embargo, las posibilidades son amplísimas.
El Flipper Zero no es otra cosa que un juguete para niños y niñas grandes que permite, desde sustituir los mandos inalámbricos de casa a algunos otros usos no tan inocuos, como los famosos ataques Bluetooth que bloqueaban smartphones o la posibilidad de forzar cierres electrónicos como una puerta de hotel.
¿Pero todo esto puede hacerlo un dispositivo legal? Sí, el Flipper Zero es totalmente legal… mientras lo uses para cosas legales. Es una muy buena forma de encontrar vulnerabilidades que corregir en sistemas propios, el llamado hackeo benigno, además de permitirte multiplicar las opciones de conectividad en tu hogar y entorno mientras aprendes más de este mundillo.
Es difícil entrar a concretar sus especificaciones y usos sin ponerse demasiado técnico, porque se trata de un entorno muy específico que sonará totalmente a chino al usuario medio, pero no por ello deja de valer la pena echarle el guante a uno y probarlo.
El nombre del Flipper Zero viene de la mascota virtual que le da vida, un delfín pixel art que muestra diferentes aspectos en la pequeña pantalla del dispositivo según las funciones que estemos usando.
Su mayor potencial viene de su gran conectividad y la enorme variedad de módulos GPIO disponibles para el dispositivo, que habilitan utilidades como metrónomos, afinadores de guitarra, sónar, analizadores de frecuencia y muchos otros.
Sí es oficial, eso sí, que el Flipper Zero no es compatible con códigos evolutivos, algo como lo que se usaría para abrir un coche ajeno con malas intenciones.
¿JUGUETE O PELIGRO?
El Flipper Zero no permite hacer nada que no pudiese hacerse ya si hablamos de usos ilícitos o ilegales. En todo caso, puede facilitar en cierta medida algunos, como también permite identificar vulnerabilidades.
Como muchas otras herramientas con potencial, su uso depende por entero de las manos en las que se encuentre, pero hay que tener en cuenta que no es una llave maestra electrónica con la que hacer el mal al alcance de cualquiera, y su valor educativo para acercar a nuevos usuarios a este tipo de tecnologías desde el mejor prisma es enorme.
HAZTE CON TU FLIPPER ZERO Y EXPLORA SUS UTILIDADES
Conseguir uno de estos dispositivos no es complicado: ni Deep web ni nada turbio. De hecho, Amazon puede llevarte a casa tu propio Flipper Zero por 199,65€ para que empieces a trastear cuanto antes, y es que nunca hay que dejar de jugar.
Y si quieres hacer pruebas de desarrollo de WiFi y conectar tu Flipper Zero a internet, puedes hacerte también con esta placa de Desarrollo WiFi diseñada específicamente para el dispositivo, que Amazon tiene por 59,99€.