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El pueblo marinero que se empeñó en valorar y recordar un desembarco histórico


El príncipe Carlos de Habsburgo, hijo de Juana I de Castilla y Felipe el Hermoso, destinado a ser Carlos V, el hombre más poderoso del mundo, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, llegó al puerto pesquero de Tazones el 19 de septiembre de 1517 procedente de Flesinga (en la actualidad, Países Bajos). Según Laurent Vital, que le acompañaba en el viaje, una tormenta les obligó a cambiar rumbo y en vez de llegar a Santander terminaron en Tazones. En este pequeño pueblo marinero asturiano se organiza cada verano una recreación histórica que nos traslada a aquel día, cuando una flota real integrada por 40 grandes barcos y varias embarcaciones auxiliares se asomó a esta pequeña aldea, y cuando Carlos y su hermana Leonor subieron a una pequeña falúa y pusieron pie en tierra.

Los primeros documentos que hablan del interés de Tazones por reivindicar su papel en aquel viaje y, de alguna manera, en la historia de España, se remontan a los años 50 del siglo XX, cuando la Cofradía de Pescadores llamó a la puerta de distintos organismos para subrayar de alguna manera ese hecho. El desembarco del futuro emperador era entonces apenas una historia que se transmitía de forma oral. Aquellas gestiones terminaron con dos placas en dos zonas del pueblo.

En 1980 surge una figura clave en el relato, la de Aurelio Nava Peón, conocido por todos como Lelo, vecino de una parroquia cercana que pasaba muchas horas y muchos días en Tazones. «Se empeñó en que había que hacer una recreación histórica», afirma Cristina Carneado, presidenta de la Asociación Cultural Primer Desembarco Carlos V-Tazones. «Entonces sonó a chiste, pero lo cierto es que la recreación empezó a formar parte poco a poco de las fiestas de San Roque, en agosto. La metió ahí con calzador, hasta que fue protagonizando la celebración. Él cargaba con los gastos, implicaba a la gente, hacía los trajes…».

Lelo falleció en 2008, y el relevo lo recogió Cristina con la idea de que había que hacer «algo más»: más gestiones con el Ayuntamiento, con el Principado, un nuevo impulso. Fue a partir de ahí cuando se creó la Asociación que hoy preside, y la fiesta fue considerada de Interés Turístico Regional. Ahora, cada agosto (este año, en la 42 edición, será el 24 y el 25) Tazones se llena de locales y turistas. Esos días no cabe nadie más en las calles. Tanto es así que se habilitará un aparcamiento a 2,5 km, con una lanzadera que acerca a los visitantes. Además, también habrá un autobús para quienes lleguen desde Villaviciosa.

En la recreación participan más de cien personas, incluidos algunos actores aficionados, dirigidos por Anacalia Álvarez (hasta hace dos años esa función la hacía José Luis Campa). Durante todo el día hay juegos, mercadillo de productos típicos, confección y muestras de artes de pesca, teñido de las velas, confección de malla para las redes, trenzado de esparto para cuerdas y cabos, taller de nansas de madera, bailes tradicionales y, por supuesto, la recreación en sí de la llegada de Carlos V, que este año -por la marea alta- desembarcará en la rampa del puerto en lugar de en la playa. La programación incluirá como novedad una exhibición de esgrima.

Quien esté de vacaciones en la zona debe saber que en Villaviciosa hay que visitar la exposición permanente de la Casa de los Hevia, edificio donde pernoctó el futuro emperador durante cuatro días. La exposición, denominada ‘El primer viaje del rey’, ha sido renovada este año e incluye paneles informativos, reproducciones de documentos relevantes, mobiliario y vestidos de la época.

Imagen secundaria 1 - En la recreación del desembarco del que pronto sería emperador participan más de cien personas, incluidos algunos actores aficionados, dirigidos por Anacalia Álvarez
Imagen secundaria 2 - En la recreación del desembarco del que pronto sería emperador participan más de cien personas, incluidos algunos actores aficionados, dirigidos por Anacalia Álvarez
Un pueblo y una historia
En la recreación del desembarco del que pronto sería emperador participan más de cien personas, incluidos algunos actores aficionados, dirigidos por Anacalia Álvarez
Asociación Cultural Primer Desembarco Carlos V-Tazones

Tazones forma parte de la Red de Cooperación de las Rutas del Emperador Carlos V, creada en 2007 en Medina de Pomar (Burgos), que aglutina a más de 80 ciudades y sitios históricos en España y otros países de Europa. La red avala cinco rutas ibéricas, entre ellas ésta del primer viaje, que pasó por Asturias, Cantabria y Castilla hasta la localidad de Tordesillas (donde residía su madre, Juana de Castilla) y al pueblo de Mojados (donde Carlos y su hermana Leonor, que le acompañaba, se encuentran con su hermano Fernando). El 9 de febrero de 1518 las Cortes de Castilla, reunidas en Valladolid, presenciaron el juramento de Carlos como Rey.

De las cinco rutas incluidas en la red destaca también la del último viaje de Carlos V, en 1556, desde Laredo (Cantabria) hasta su retiro en el Monasterio de Yuste, en Cáceres. La recreación en Laredo comenzó en el año 2000, con motivo del V Centenario del nacimiento del Emperador. Este año la cita está prevista para los días 19, 20, 21 y 22 de septiembre. «Calles, establecimientos y fachadas de edificios se adornan y engalanan a la usanza de aquella época, con pendones y estandartes evocando el esplendor del que era uno de los principales puertos de Castilla», afirma el Ayuntamiento.

A Tazones llegan a diario muchos turistas a comer y, sobre todo, a cenar. Vienen desde cualquier localidad de Asturias e incluso desde las comunidades cercanas. En el pueblo hay infinidad de restaurantes donde probar pescados y mariscos, pixín (rape), arroces con bogavante. Fuera de los días de fiesta, el ambiente es más tranquilo de lo que pudiera parecer, con el sonido del mar que lame el puerto, con las casas que se abrazan entre sí, y con esas esquinas donde todos los visitantes se hacen fotos. Por ejemplo, en la casa completamente cubierta de conchas (desde 1985 sus propietarios la han ido adornando de caracolillos, vieiras…), en el hórreo, en la esquina de las barcas, en el barrio de San Miguel, en la Plaza del Riveru o en el faro, en funcionamiento desde 1864.

Entre Tazones y Villaviciosa (reserve un tiempo para las compras en la Plaza de Abastos del segundo pueblo) está la playa de Rodiles, escoltada por largos y agradables paseos de madera que van desde la ría afilada que entra con decisión tierra adentro hasta el final del arenal. En la esquina que forman la ría y la playa hay otra zona de restaurantes junto a los cámpines donde cenar con una sidra y pescado. Y con ese fresco del anochecer asturiano que aviva el apetito tras un día de playa o turismo.



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