La Liga de fútbol profesional ya ha dado el visto bueno a la inscripción de Dani Olmo, como ha informado RAC1. El club blaugrana ha logrado inscribir a su principal incorporación después de los últimos movimientos de mercado realizados por la entidad que preside Joan Laporta.
Según la información, el Barça volverá a utilizar la provisión por lesión de Christensen, como hizo en el caso de Iñigo Martínez y Ronald Araujo.
El aficionado culé ya conoce desde hace tres o cuatro veranos la diferencia entre fichar e inscribir. Olmo fue fichado el 9 de agosto por el Barça, pero no se ha inscrito hasta hoy. El fichaje es el primer paso pero sin la inscripción oficial en La Liga ningún jugador puede debutar.
En Mestalla Dani Olmo no fue convocado porque ni estaba inscrito ni, según Flick, se encontraba físicamente a punto. Ante el Athletic, solo los problemas burocráticos. Los culés, ahora, podrán disfrutar de las habilidades de un jugador formado en La Masia que ha crecido y explotado en Croacia y Alemania.
Del ‘juego de posición’ a ‘la regla del 1-1’
Términos como ‘fair play’ financiero, masa salarial o la regla del 1-1 se han hecho más populares en el argot de los periodistas que cubren la información blaugrana que palabras relacionadas con el ADN Barça como el juego de posición, las tres ‘pes’ o la importancia de la presión alta o del tercer hombre.
Dani Olmo se presenta ante su nueva afición. / Sport
La situación financiera del Barça ha provocado que en la actualidad barcelonista se esté más pendiente de las métricas económicas que de cuestiones puramente futbolísticas.
Poner el foco en el campo
En este caso, con Olmo fichado e inscrito, todo el foco ya se podrá centrar en el rendimiento del atacante catalán y todas las cuestiones que ha generado su fichaje al margen de los aspectos económicos.
¿Contará Flick con Olmo para la mediapunta o será un jugador que acabará jugando de extremo? Hay muchas más cuestiones sobre Olmo y su capacidad goleadora y gran versatilidad que habrá que dilucidar una vez que el egarense vuelva a enfundarse la camiseta blaugrana una década después de su marcha al Dinamo de Zagreb.