Un vecino de Mairena del Aljarafe (Sevilla) es la séptima víctima mortal del virus del Nilo. El goteo de fallecidos por esta enfermedad infecciosa no cesa. De hecho, este año es el segundo con más casos registrados, principalmente en Andalucía y Extremadura, donde llegan a los 20 afectados con seis personas hospitalizados.
El doctor Luis Buzón, microbiólogo y portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas (SEIMC), explica a este diario que el invierno cálido “ha llevado a un aumento en los casos de fiebre del Nilo, ya que las altas temperaturas han favorecido que muchos mosquitos hayan sobrevivido”.
El virus del Nilo Occidental es una enfermedad que se transmite por la picadura del mosquito común (Culex). El calor no es el único factor que ‘atrae’ a los mosquitos infectados.
La presencia de aguas estancadas donde puedan depositar sus huevos y desarrollar las larvas también contribuye significativamente al aumento de la transmisión, que se ha convertido en “endémica” en algunas zonas del país.
Y es que, si no se toman medidas efectivas desde la administración pública, cada verano se seguirán notificando casos.
La Fiebre del Nilo Occidental se considera endémica en España desde 2003, fecha desde la que se sabe que está circulando por Andalucía, una de las comunidades autónomas más afectadas. Esto quiere decir que se producen brotes esporádicos en equinos y humanos.
Síntomas del virus del Nilo Occidental
Aproximadamente una de cada 150 personas infectadas desarrolla la enfermedad en su expresión más grave, lo que da lugar a encefalitis o meningitis (inflamación del cerebro o los tejidos circundantes), que pueden llevar a daño cerebral y a la muerte.
Dolor de cabeza, fiebre elevada, rigidez de nuca, desorientación, coma, convulsiones, debilidad muscular y parálisis, son algunos de los síntomas de la afección grave.
Las personas con mayor riesgo de sufrir la versión agresiva de la enfermedad son los mayores de 50 años y quienes hayan padecido enfermedades severas.
El periodo de incubación del virus dura entre 3 y 14 días; y su máxima incidencia se registra a finales de agosto y principios de septiembre. Posteriormente, el riesgo disminuye a medida que el clima se vuelve más frío y los mosquitos comienzan a extinguirse.
Medidas para protegerse del virus del Nilo
El doctor Buzón hace hincapié en que el control epidemiológico de los mosquitos es la medida más eficaz para hacer frente al virus del Nilo, que se ha convertido en una auténtica pesadilla para muchos vecinos andaluces y extremeños, que en muchos casos evitan salir a la calle en ciertas horas para evitar las picaduras.
La vacuna recalca el experto, es fundamental. Sin embargo, no será una realidad a corto plazo. El suero para prevenir la enfermedad, cuyo proyecto se está coordinando desde Cataluña, podría estar listo antes de seis años. Y como conseguir la vacuna contra el virus del Nilo es una carrera de fondo, el doctor Luis Buzón señala:
- Es importante usar ropa holgada, con manga y pantalón largo, y tomar mayores protecciones al atardecer y amanecer.
- Utilizar repelentes, sobre todo, aceites naturales de eucalipto de limón, citronela o mentadio.
- Mantener limpio los lugares donde el agua permanece estancada, sobre todo, piscinas y fuentes. Y evitar que en los edificios y casas haya charcos donde se pueda acumular agua. Y especial precaución con los recipientes, que son sobre todo botellas, para recoger la condensación de los aires acondicionados.
- Usar mosquiteras en puertas y ventanas en aquellas zonas más afectadas por el virus del Nilo.
¿Debemos preocuparnos por el incesante aumento de casos?
Ante esta pregunta, el microbiólogo consultado por este medio es claro: “la preocupación depende de cada un, pero, por supuesto, no se deben alarmar”.
“No podemos generar una alarma pública de nivel pandemia ni nada que se le parezca. Obviamente, hay que estar un poco prevenidos frente a esto y las medidas que hay que tomar van destinadas a evitar las picaduras de mosquitos, ya que a todo el mundo las pican fundamentalmente a primeras y últimas horas del día”, concluye el experto.