Carlos Alcaraz mantiene intacta su marca de superar la primera ronda de todos los grand slam en los que ha participado y este martes en Nueva York elevó a 15 el número de victorias consecutivas este año en grandes tras los títulos en Roland Garros y Wimbledon.
Esa marcha del campeón de 21 años continuó en el debut en esta edición del Abierto de Estados Unidos, bajo los focos de Arthur Ashe en la sesión nocturna, frente al australiano Li Tu, 186 del mundo al que se impuso 6-2, 4-6, 6-3 y 6-1, un marcador que refleja una inusual bajada de guardia en el segundo set.
Salió el de El Palmar disparado ante Tu, un jugador de 28 años con una interesante historia personal y que, tras haber participado mediante una invitación en 2021 en el Abierto de Australia, se había ganado por mérito propio en la ronda de cualis su presencia en el partido en Nueva York, su primero contra un jugador del top 50.
El tercer cabeza de serie rompió dos veces el servicio a un nervioso Tu, colocó todos sus primeros servicios y se llevó sin ningún apuro la primera manga. En la segunda, no obstante, el hijo de inmigrantes chinos en Australia, que durante seis años dejó el tenis para estudiar economía y montó una academia para entrenar a jóvenes talentos antes de regresar a las pistas, empezó a sorprender a Alcaraz, que con 18 errores no forzados dejó escapar ese set.
Fue a mitad del tercero cuando Alcaraz recuperó plenamente la disciplina y empezó a exhibir ese tenis que le ha llevado a lo más alto. Se mostraba tan contundente y firme como los brazos que dejaba ver con la camiseta sin mangas. Y a partir de entonces se produjo lo que era de esperar: un partido desequilibrado donde Lu se quedó sin ninguna capacidad de respuesta. Aunque el australiano salvó las dos primeras de partido que Alcaraz tuvo mientras él servía, un saque directo del murciano ya con su servicio selló el resultado tras dos horas y 41 minutos de juego.
La victoria pone a Alcaraz ya en un encuentro en segunda ronda, el jueves, contra el neerlandés Botic van De Zandschulp, 74 del mundo, que en su primer partido derrotó en tres sets a Denis Shapovalov. Y el murciano ha dado el primer paso hacia la meta: lograr en Nueva York, donde inauguró su palmarés de grandes, el segundo trofeo y el quinto grande de su carrera.