La cafeína es el principal y más conocido componente del café. Pero no solo en el café, el cacao, el té o el guaraná son algunos de las productos naturales que contienen este compuesto químico que de afecta a nuestra salud.
Este compuesto también se utiliza en la elaboración de algunos medicamentos y productos cosméticos.
¿Y qué produce en nuestro cuerpo la ingesta de cafeína, sea en el formato que sea?
- Estimula el sistema nervioso central
- Aumenta el estado de alerta
- Reduce la somnolencia.
Se trata de una sustancia que se viene consumiendo desde hace miles de años y siempre ha sido objeto de distintas investigaciones para conocer a fondo sus beneficios y posibles aplicaciones.
Como ejemplo, un estudio reciente indica que consumir entre 2 y 3 tazas de café al día podría reducir un 12 % en el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
En este sentido, una investigación publicada recientemente en la revista Nutrients, señala que el consumo de café tiene un efecto protector contra el desarrollo de la retinopatía diabética en personas que sufren diabetes tipo 2, un 80% de los diabéticos.
Retinopatía diabética
La retinopatía diabética es una complicación frecuente de la diabetes que afecta a los ojos llegando a provocar la pérdida de visión y ceguera del paciente.
Además, los especialistas auguran un incremento de esta patología visual vista la creciente incidencia de la diabetes, la obesidad y el envejecimiento entre la población.
Pues bien, según se desprende del estudio, y tal y como explica la investigadora Minerva Granado del IRBLleida, profesora de la Universitat de Lleida (UdL)y del CIBERDEM:
- “Un consumo moderado y elevado de cafeína se asoció con una reducción del 65% del riesgo de sufrir retinopatía diabética en personas con diabetes tipos 2 sin otras complicaciones diabéticas tardías. Aunque estos resultados no se confirmaron en el estudio realizado in vivo con ratones”
“Este hallazgo permite seguir avanzando en la investigación en el ámbito de la repercusión de la oftalmología en las personas con diabetes” señala la investigadora.
Administración de cafeína en ratones
Para llegar a esta conclusión, los investigadores realizaron un estudio comparativo con personas que sufrían retinopatía diabética y otras que no, mediante la respuesta de un cuestionario de alimentación.
También se utilizó un modelo experimental de ratón, al cual se le administró cafeína a la retina de forma tópica.
En concreto, la investigación estudió en 144 personas con retinopatía diabética y 147 personas que no sufrían esta afección evaluando la retinopatía diabética por un oftalmólogo experimentado.
El personal investigador administró un cuestionario validado de frecuencia de consumo de alimentos a las personas participantes en el proyecto.
Por otro lado, en el modelo de laboratorio, se incluyeron un total de 20 ratones, a quienes se administró aleatoriamente una gota de cafeína directamente sobre la superficie corneal dos veces en el día durante dos semanas en cada ojo. El modelo experimental no corroboró los hallazgos en humanos.
Se necesitan más estudios
Por ello, la investigadora Minerva Granado explica que:
- “Serán necesarios más estudios para establecer los beneficios y mecanismos de las bebidas con cafeína en el desarrollo de la retinopatía diabética. Es importante tener en cuenta que en el café y otras bebidas que contienen cafeína, hay otros compuestos que pueden tener un papel fundamental en la prevención de estas patologías y, por tanto, se tienen que estudiar”.
La investigación ha contado con la participación de personal investigador del Centro Avantmedic de Lleida, la Universitat de Lleida (UdL), el Institut de Recerca Biomèdica de Lleida (IRBLleida), el CIBERDEM, el Institut Universitari d’Investigació en Atenció Primària Jordi Gol (IDIAP Jordi Gol), el Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR), la Washington University School of Medicine, el Hospital Universitari Arnau de Vilanova de Lleida, el Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (ISABIAL), el CIBERESP, la, Universidad Miguel Hernández de Alicante, el Instituto Alicantino de Investigación Sanitaria y Biomédica (Fundación ISABIAL-FISABIO), el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau & Institut d’Investigació Biomèdica Sant Pau (IIB Sant Pau) y la Universitat de Vic.